Estuve hace ya 5 años. Fue una maravilla. la situacion espectacular, muy tranquilo. Para disfrutar del paisaje, y todos los pinos que lo rodean. Nunca ves a nadie!!!!, al menos en aquella epoca....el caso , es q si hacian limpieza, podias servirte bebidas del bar a tu gusto, luego te limitabas a apuntarlo.
La dueña muy simpatica, apenas se la veia, por alli, pero cada dia, dejaba un mensaje de bienvenida en una pizarra.
Es un sitio que he recomendado a mi familia, y han ido, quedando satisfechos de su estancia.